Caminar y pensar son dos verbos que se conjugan igual y en
mí se ayudan mutuamente desde hace muchos años. Sí, caminar me ayuda a ordenar
los pensamientos y pensar me ayuda a caminar. Después se añadió el orar, y el “equipo”
está, por fin completo, trenzado en el respirar.
Y en ello estoy, muchas veces con una contenido, otras con otro, que voy
comentando con Dios, con la vida y conmigo misma… Últimamente sucedió ese bello
encuentro en el que dos temas acaban por ser uno, tras conocerse en mi interior.
Os lo voy a relatar.
Observo hace tiempo un cambio en los gustos y tendencias que
rigen el mobiliario y las esculturas urbanos. Hace tiempo, estos elementos se
solían pintar, barnizar, cubrir sus superficies con variadas protecciones que
había que renovar constantemente. Ahora se tiende a construirlas en materiales
cuyo mismo óxido las protege, y se dejan oxidar. Si algún punto de la superficie
resultara dañado, a su vez volvería a oxidarse, y con ello volvería a estar
recubierto y protegido. Se trata de una propiedad que poseen los óxidos de
algunos metales y que se conoce desde antiguo. Incluso el famoso minio
es un óxido binario (también llamado óxido salino o mixto) de plomo 2+ y 4+ (1).
También hay “líderes” (el liderazgo es el segundo tema que
ocupaba mis reflexiones) que parece que estén sólo recubiertos de una capa de
pintura o barniz, una especie de pose o máscara, de cara a sus seguidores. Se
trata de esa imagen que, con mucho esfuerzo y artificio mantienen y que se
supone que es la que ha de atraer y ser imitada y admirada por todos. Por fin
he podido poner palabras a esa indefinible sensación, tan desagradable que,
desde muy pequeña, me causaban algunas personas que pretendían guiar a los demás:
los encontraba inauténticos, fingidos y poco sólidos. A mi modo de ver, eso no
son verdaderos líderes aunque puedan pasar por ello eventualmente. Sin embargo,
a la larga, ante la prueba, no resisten.
El verdadero líder se me antoja algo así como los nuevos
artefactos urbanos. Expuestos a las inclemencias del ambiente, se “oxidan” (se van entregando
al oxígeno de la vida) por el amor, y es ese mismo amor quien los protege y
hace fuertes. No disimulan sus debilidades o fragilidades de un modo soberbio,
aunque no tengan por qué ir pregonándolas. Son personas normales, como tú y
como yo, pero que se han ido forjando al amar y es eso lo que les hace fuertes, distintos.
Ante cualquier situación, lo primero que les viene al pensamiento es siempre lo
mismo: “vamos a orar”. Se apoyan en Dios y procuran no tener protecciones ni
resistencias ante Él. Si en algo fallan, si se lastiman, si pecan…vuelven a
entrar en contacto con Dios y una nueva capa de amor sana la herida que dejó mella
en ellos. En esos líderes sí te puedes apoyar porque ellos se apoyan en Dios y
te pueden acompañar y guiar hasta Él. Todos deberíamos intentar ser, en mayor o
menor medida, líderes así.
(1)
El Minio es un óxido salino de plomo de color
rojizo anaranjado que, diluido en aceite o ácido, se usa como pintura o
preparación antioxidante. Se usaba en la Edad Media para la ilustración de
manuscritos.
¡Cuidado!
Porque en Wikipedia no está bien explicado y ni siquiera la nomenclatura es
correcta. En todo caso se denominaría Tetróxido de triplomo y no “Tetróxido de
plomo”, como aparece allí equivocadamente.
Ayuda la comparación, me parece muy buena y esclarecedora. Sin la Gracia no se hace camino. Es posible que se deja algún rastro, pero llegará a perderse. Sólo la Gracia nos mantiene bien cuidado, transparentes, activos, caminantes, libres de contaminantes y fuertes para vencer las tentaciones de las inclemencias del mundo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo en Xto. Jesús.
¡Qué bien lo has expresado! Muchas gracias, Salvador. Bendiciones
EliminarPilar, me encanta la introducción, así como la forma tan gráfica de explicar y diferenciar la aptitud y la actitud de un falso lider (un peligro), de la de un verdadero lider.
ResponderEliminar¡No habría sabido exponerlo mejor! ¡Muy buen relato, Pilar!
¡Gracias, Asun! Que se entoenda bien y que que me animan mucho a escribir. Sueke costarme mucho explicar las cosas de manera clara. Cuando lo logro, sólo a Dios hay que dar gracias. Un abrazo y mil bendiciones!!
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