sábado, 29 de diciembre de 2012

El camino que andamos casi nunca es el camino que nos gusta más...

       Para el comienzo de este mes, de esta hermosa etapa "¿Al andar se hace camino?", tenía bellos proyectos para enriquecer el grupo con palabras, con imágenes, con comentarios. Pero ha sido un mes realmente duro. Además mi salud, ya de por sí bastante mala, ha experimentado uno de esos baches que me hacen sufrir tanto... Ahora, prácticamente al final de la etapa, apenas me levanto de la cama para compartir con vosotros mis vivencias de estos momentos: no puedo caminar el camino que me hubiera agradado caminar. Sin embargo sí, con la gracia de Dios, puedo caminar con amor y humildad el que tengo que caminar. Intento hacerlo así y decir "Fiat" como María. Aún tengo libertad: podría rebelarme, inventar mil caminos alternativos alejados del que sé que es el mío ahora, caminos extra vía (fuera del camino) y con ellos extraviarme.

    Pero el camino bueno, es el camino que Jesús nos indica. Nos lo indica con su Palabra, con sus representantes, con los acontecimientos, con las mociones del alma...
 
Desde pequeña me fascina esta canción de Jairo y puedo decir que define mi vida.
 


El camino que andamos casi nunca es el camino que nos gusta más o que idearíamos para nosotros mismos. Sin embargo, también es cierto que siempre le pedí a Dios que me "obligara" a seguir su Voluntad y no perderme, porque soy muy torpe y, si no me llevan amarrada, me pierdo. O sea que tengo mucho que agradecerle a Nuestro Señor.
 
Hace poco vi "Bolt" (a continuación os pongo un tráiler y la película completa). Me gustó mucho y aprendí mucho.  Muchas veces querríamos que, al rezar, Dios nos diera súperpoderes,como Bolt, o los tuviera Él haciendo nuestra voluntad. Pensamos que así sí que podríamos hacer el bien. Y no nos damos cuenta de que Dios nos concede siempre el "súperpoder" del Amor, la paciencia y la humildad si se lo pedimos con sincero corazón. Aún más si lo hacemos por intercesión de María, su Madre y Madre nuestra, "la esclava del Señor".

Tráiler:


Película completa:


El pasado día 7 de octubre de 2012,  en el mensaje previo al rezo del Ángelus, ante los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI exhortó a “valorizar la oración del Rosario en el próximo Año de la Fe”.
El Santo Padre señaló que
“con el Rosario, de hecho, nos dejamos guiar por María, modelo de fe, en la meditación de los misterios de Cristo, y día a día somos ayudados a asimilar el Evangelio, de tal manera que pueda dar forma a toda nuestra vida”.

“Tras las huellas de mis Predecesores, en particular del Beato Juan Pablo II quien hace diez años nos dio la Carta apostólica
Rosarium Virginis Mariae, invito a rezar el Rosario personalmente, en familia y en comunidad, colocándonos en la escuela de María, que nos conduce a Cristo, centro vivo de nuestra fe”.
 
Caminemos de la mano de María por el Camino que es Jesús y no nos extraviaremos. El rezo del Santo Rosario, especialmente en familia, hoy víspera de la Fiesta de la Sagrada Familia, puede ser un buen medio.
Sí, al andar se "hace camino" si nos vamos vaciando de nosotros mismos y nos vamos llenando del verdadero Camino que es Jesús.





miércoles, 14 de noviembre de 2012

El valor de arriesgarse.



No sé qué me pasa a mí con las películas animadas para niños, que se dividen en dos categorías opuestas: o me aburren muchísimo o las veo de principio a fin con ojos como platos y me siguen alimentando el corazón y el alma durante días. Me pasa ahora de igual modo que me ocurría de niña. Una de las películas que encajan en la segunda categoría es “Monstruos S.A.”. La vi el otro día por primera vez. Es que no puedo ir al cine y espero a que las emitan en televisión. Si no la has visto no sigas leyendo, o perderá la emoción…
La acción está repleta de puertas. En realidad, podría decirse que gira en torno a ellas. Unas puertas que, selectivamente, son atravesadas por el monstruo adecuado para acceder a la habitación del niño que le teme. Sí, ése niño en concreto que le tiene como objeto de sus miedos y terrores, y no otro. El monstruo la atraviesa confiando en obtener esos gritos de terror tan necesarios en el planeta de los monstruos. Pero sucede un hecho inesperado y los protagonistas, a causa de traspasar esa puerta, se ven abocados a un dilema inevitable: confiar en el otro, o no.  De correr el riesgo de intentarlo surge la fuerza de una amistad que conduce al amigo a hacer proezas de las que jamás hubiera imaginado ser capaz, en pro del amigo. El amor hace posible ese milagro y es eterno. Ya no es necesario el miedo en el mundo de los monstruos, porque descubren algo mejor…




Nuestra historia personal, la historia de nuestros antepasados, la cultura…y ¡el pecado original! nos han hecho temible ese abismo que separa a unos de otros, a  un corazón de otro. El camino hacia el misterio del corazón de un amigo lleva inevitablemente a descubrirle el nuestro y es, en cierto modo, un acto de fe. De fe humana pero, puede serlo también de Fe sobrenatural si descubrimos en cada hermano a Jesús.  Cuanto más vale una amistad más costoso es superar esas crisis de confianza que surgen en su crecimiento. Nos sabemos vulnerables y estamos, en cierto modo en manos del otro, sólo protegidos por el amor. Pero vale la pena, vale muchísimo la pena y podría decirse que es lo mejor de la vida.
Lo mismo ocurre con la puerta de la Fe que sólo podemos atravesar con un acto de confianza sostenido por el Amor de Dios. Sí, ¡vale la pena dar el paso!

Monstruos S.A. Tomas Falsas:

sábado, 10 de noviembre de 2012

LA PUERTA DE LA FE






 El Papa ha  concedido, en este año de la Fe, indulgencia plenaria en las condiciones que se explican en este documento. Tengo que reconocer que me frustra muchísimo no poder acceder a casi ninguna de esas condiciones a causa de mi mala salud. Y, si logro acceder a alguna, va a ser a con unas dificultades muy grandes y en condiciones no de lo más idóneas, ciertamente. No voy a negar que eso me frustra muchísimo y me mortifica también otro tanto. ¡Ni que decir tiene lo que me humillan mis deficiencias y, aún más mis pecados!  De nada de ello me enorgullezco, ni de lo que es imputable a mí, ni de lo que no…

Sin embargo, desde que ando por el mundo desde esta perspectiva de gusano (o sea que comparto la suerte de los caídos), y de eso hace mucho, por no decir casi siempre, me he dado cuenta de la gran visibilidad que se tiene desde aquí cuando se mira bien. Aquí nos encontramos todos, caídos por uno u otro motivo. Aquí estamos todos, encerrados en el mismo pecado de Origen hasta que Jesús nos salva de Él por el Bautismo. Tarde o temprano caemos aquí todos por la enfermedad, la pobreza, el dolor… y aquí es donde "gobiernan" dos señores rivales, casi a sus anchas: la tortura y el amor. La tortura viene de la amargura, del egoísmo, del volverse loco buscando porqués, de la desesperación y la desconfianza en Dios y los hombres…El amor, es de  Dios, y se da mucho por estos lares, más de lo que parece. Abundan en el sufrimiento la fraternidad, la comprensión, la dulzura, la misericordia y, además las virtudes sobrenaturales.
Así es que, por un buen consejo de mi Ángel de la guarda que Dios secundó con su Gracia, se me ocurrió que, en vez de impacientarme, visitaría todas las pilas bautismales en que hubieran sido bautizados los demás y que sí estaban a mi alcance, para rezar por ellos y pedir, en la medida de lo posible y de los planes de Dios, la indulgencia para ellos. Os muestro algunos de mis “trofeos”. En ello estaba cuando, por la calle me encontré el azulejo del Patrón de la Parroquia en la que me bauticé (San Lorenzo), ¿un guiño del Santo?. Un abrazo y feliz año de la fe lleno de bendiciones del Señor. 

                                                            

                                                                                             
Pila Bautismal del Templo del Tibidado (Barcelona)





Detalle



Pila Bautismal de St.Esteve de Ripollet (Barcelona)
















Sant Martí, Cerdanyola (Barcelona)
Sant Feliu, Sabadell (Barcelona)
Azulejo de San Lorenzo en una calle

martes, 12 de junio de 2012

¡LA NUEVA EVANGELIZACIÓN APREMIA!

¿No se nos clava en el corazón ver a nuestros contemporáneos “como ovejas sin pastor”?

Y, ¿Por dónde empezar? Benedicto XVI no cesa de mostrarnos los caminos de la Nueva Evangelización:

“Los laicos tienen una tarea insustituible, pues se desarrolla en la vida cotidiana, en ámbitos en los que el sacerdote puede llegar con dificultad.”

“Debe empezar por la familia.” “Se hace con una vida coherente.” “El testimonio unido al anuncio puede abrir el corazón de quienes están en busca de la verdad, para que puedan descubrir el sentido de su propia vida.” “El anuncio siempre debe ir precedido, acompañado y seguido por la oración...” porque… “Todo misionero del Evangelio siempre debe tener presente esta verdad: es el Señor quien toca los corazones con su Palabra y su Espíritu.”

Medito en ello y… ¡La Divina Providencia actúa!: Me invitan al funeral de un buen cristiano, ya anciano. En la puerta del templo, con admirable convicción, quien a partir de ahora va a ser mi modelo como catequista, guapo, con una sonrisa irresistible, anuncia a los concurrentes: “Mi abuelo ha muerto” y, tras el gesto de condolencias de cada  interlocutor, añade con voz triunfante: “Pero está en el cielo”. Así es que todos entran sabiendo que, en realidad están invitados a una fiesta de bodas,  las bodas eternas de este hermano nuestro, con Jesucristo, el Esposo de la Iglesia. Creo que el abuelo, aunque no lo veamos, sonríe, orgulloso de su nieto y de todos los suyos. El resto de la familia (numerosísima) prosigue la catequesis. Uno de los hijos, el sacerdote celebrante, en vez de hacer el panegírico del difunto, nos habla de la esperanza a la que estamos llamados: la Vida Eterna. Y en el ambiente se vive un gozo de fiesta; con algo de añoranza, sí, pero ese  júbilo sereno que da el  acompañar a quien culminó con éxito su carrera.

Estoy en la antesala del cielo. Me han cautivado, pero sobre todo Rafa, mi admirado catequista del principio.

La mamá de Rafa me explicaba que, el día anterior, su hijo salió al jardín de pronto y diciendo: “me voy a hablar con el abuelo”, elevó su rostro hacia el cielo y así permaneció absorto hasta que volvió. Y cuando le preguntaron: “¿Qué te ha dicho?”, respondió feliz: “me ha sonreído” (¿qué os dije?).

 “Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios” (Mt 5,8). Es la pureza del corazón la que permite reconocer el rostro de Dios en Jesucristo; es tener un corazón sencillo como el de los niños, sin la presunción de quien se encierra en sí mismo pensando que no necesita a alguien, ni a Dios.-añade el Papa-. Y es que Rafa (aún no os lo había contado) ¡Tiene 5 años!



¡Muchas gracias a Rafa y a su familia, en especial el abuelo Jorge, que me han permitido vivir esta hermosa experiencia cristiana! Rezo por todos vosotros, amigos.

                                                                                                                                  Pilar V.Padial


sábado, 7 de abril de 2012

HOY Y AQUÍ ES EL KAIRÓS DE DIOS

En este mes que comienza todo invita a una renovación: la primavera en plena eclosión, los días más largos, el tiempo de Pascua, las Primeras Comuniones, Bodas… ¡Cristo ha muerto por mí y ha Resucitado para darme Vida! Y yo ¿Qué voy a hacer para mostrar mi agradecimiento y alegría, para aprovechar esa Vida nueva que Él me da? Si acometemos la empresa con entusiasmo, grandeza de ánimo, generosidad… a veces nos ocurre que edificamos castillos en el aire. Por un lado, dejamos de centrarnos en lo cotidiano, en lo que nos rodea, para dirigir nuestras “bondades” a lugares, tiempos y proyectos que nos quedan apartados. Vemos las injusticias lejanas, y las criticamos, pero no hacemos nada más que eso: hablar. Los de cerca nos parecen ya muy vistos y nos cansamos de amarlos, pero los de lejos…¡Qué de buenos sentimientos nos despiertan! Se nos presentan ante la imaginación deslumbrantes heroicidades (sea para sentirnos o  no, capaces de ellas), pero no pensamos mucho en sonreír a una persona adusta o en aceptar con amor la laaaarga cola de esa oficina municipal, y… ¡ni hablar de no quejarme de eso y aquello!
Emprendemos el viaje de la conciencia hacia los tiempos pasados (si hice o no hice…si me hicieron o no me hicieron) o nuestra atención vuela al futuro (esperanzas, temores, ansiedades…) y ¡No nos damos cuenta de que la lucha nuestra vida se decide en el momento presente!
El escritor converso C.S. Lewis, en su libro “Cartas del diablo a su sobrino” describe todas esas tentaciones que nos acechan y pueden alejarnos de la realidad, del seguimiento de Cristo. En unas ficticias cartas en las que un diablo experimentado da instrucciones a otro inexperto sobre cómo tentar e incitar al pecado a los humanos:

“Los humanos viven en el tiempo, pero nuestro Enemigo” (aquí el diablo se refiere a Dios) “les destina a la Eternidad. Él quiere, por tanto, creo yo, que atiendan principalmente a dos cosas: a la eternidad misma y a ese punto del tiempo que llaman el presente. Porque el presente es el punto en el que el tiempo coincide con la eternidad. (…) o si no obedeciendo la presente voz de la conciencia, soportando la cruz presente, recibiendo la gracia presente, dando gracias por el placer presente.”
“Nuestra tarea” (la de los demonios) “consiste en alejarles de lo eterno y del presente.” (Carta XV)
“mantén su pensamiento lejos de las obligaciones más elementales, dirigiéndolo hacia las más elevadas y espirituales.”(Carta III)
“Hagas lo que hagas, habrá cierta benevolencia, al igual que cierta malicia, en el alma de tu paciente”(se refiere al hombre al que está tentando). “Lo bueno es dirigir la malicia a sus vecinos inmediatos, a los que ve todos los días, y proyectar su benevolencia a la circunferencia remota, a gente que no conoce. Así, la malicia se hace totalmente real y la benevolencia en gran parte imaginaria.” (Carta VI)

El libro, nos descubre, en fin, cuáles son las estrategias que el demonio emplea para desviarnos del camino concreto del hoy y ahora, de mi circunstancia real, que es en la que Dios se encuentra conmigo, en la que me habla a la conciencia, en la que debo obedecerle y amarle (también en la persona de los demás), de ese seguir sus huellas paso a paso con fidelidad constante y amorosa. Ese amor y camino de seguimiento a Cristo convierte en extraordinario y sobrenatural todo eso que, de otro modo, podría volverse rutinario y mediocre. ¡María, ayúdanos a seguir siempre a tu Hijo!

                                                                     Pilar V.Padial
Blogueros con el Papa